“La idea de que un hombre con un padre de Kenia y una madre de Kansas pudiera convertirse en presidente de los Estados Unidos fue uno de los momentos más esperanzadores de la historia del sueño americano”, dijo Malek. “Eso se ha puesto patas arriba. Siempre veo situaciones como ésta y solo espero que saque lo mejor de nosotros”.
“Y sí, a veces me siento un poco triste porque mis padres tuvieron que hacer esta extraordinaria peregrinación a Estados Unidos para investigar las posibilidades”, continuó Malek. “Y ahora mi madre está lidiando, tal vez, con una cierta sensación de represión que tal vez no habría conocido si no se hubiera mudado”.
“Me arrojaron sobre el capó de un coche de policía de LAPD porque alguien había asaltado una licorería y robado el bolso de una mujer”, recordó el ganador del Oscar, de 43 años, en una nueva entrevista con The Guardian.
“Dijeron que el ladrón era de ascendencia latina y, ‘Encajas con la descripción’”, dijo Malek. “Recuerdo lo caliente que estaba el motor, debieron haber estado corriendo hacia allí y casi me quemaba las manos”.
Rami Malek reveló que una vez el Departamento de Policía de Los Ángeles lo perfiló racialmente.
Malek no aclaró cuándo ocurrió el incidente.