Neón
En esta era del entretenimiento en streaming, los criterios de los espectadores sobre lo que califica como una película digna de un multiplex han cambiado dramáticamente. Generalmente, una película tiene que ser una tienda de campaña de cuatro cuadrantes o una tontería animada para toda la familia (preferiblemente con un juguete o videojuego) para sacar a la gente de sus casas. Las comedias ya no son una obra segura, como tampoco lo son los dramas sesgados hacia los adultos. Las películas de pequeña escala en general suelen verse en el sofá como una distracción en la segunda pantalla. Las películas de terror, sin embargo, suelen ser una excepción.
Ya sean grandes producciones de estudio como «Nosferatu», «A Quiet Place: Day One» y «Alien: Romulus», o indie de escala más modesta…