La cuestión de la asequibilidad de la vivienda no tiene que ver sólo con la desigualdad intergeneracional: es una señal de advertencia de una catástrofe económica y social que se avecina. Si no solucionamos la crisis actual, nos afectará a todos.
Una investigación realizada por el profesor asociado de la Universidad de Washington, Gregg Colburn, ha demostrado que las condiciones del mercado inmobiliario (no las circunstancias individuales, el consumo de drogas o las enfermedades mentales) son las principales causas de las tasas de personas sin hogar.
Los jóvenes están abandonando Sydney a un ritmo alarmante, mientras la comunidad se enfrenta a costes de vivienda inasequibles. Crédito: Monique Westermann
Colburn, autor de Homegiving is a Housing Problem, ha demostrado que las mismas condiciones que afectan a Sydney (mercados inmobiliarios caros y bajas tasas de desocupación) son los predictores de futuras crisis de personas sin hogar. Durante una gira reciente por los estados del este de Australia patrocinada por el grupo inmobiliario Housing All Australians, su advertencia a más de 900 líderes empresariales australianos fue inequívoca: tenemos sólo de 20 a 25 años para evitar el camino catastrófico de Estados Unidos…