Dos cosas son notables en el hecho de que Williams sea un chimpancé, dijo Robbie Collin en The Telegraph. Uno es el hecho de que nadie en la película hace comentarios al respecto, ni siquiera su padre (Steve Pemberton) o su abuela (Alison Steadman). La otra es que, unos 15 minutos después, te encuentras pensando distraídamente: qué sorprendente que hayan encontrado un actor que encaja tan bien con el músico. En cuanto a la película, es «ocasionalmente cursi, demasiado madura y egoísta», pero utiliza todos los trucos cinematográficos del libro para crear momentos fabulosos.
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