El cuerpo humano adulto consta de unos 37 billones de células. No hace mucho tiempo, se pensaba que había 220 tipos diferentes. Ese número, producto de meticulosas décadas dedicadas a observar a través de microscopios portaobjetos que contenían secciones de tejido coloreadas con tintes químicos, dio una idea de la división del trabajo celular necesaria para mantener un cuerpo en funcionamiento.
Un sentido, pero sólo superficial. Ahora existen herramientas que son capaces de mirar dentro de las células, rompiéndolas una a la vez para liberar sus complementos de ARN mensajero (ARNm), la molécula que transporta información genética desde el núcleo de una célula hasta sus fábricas de proteínas. Las moléculas de ARNm indican qué genes están activos, revelando así la naturaleza interna de una célula. Las células que parecen parecidas bajo el microscopio a menudo resultan ser bastante diversas. El número de tipos de células ha superado así las 5.000.
El líder de esta revolución histológica es el consorcio Human Cell Atlas (HCA), creado en 2016 y que actualmente cuenta con más de 3.600 colaboradores en 190 laboratorios en 102 países….